10/10/2011

Empleos Verdes
Definición de Empleos verdes según la OIT y su relación con el trabajo decente. Iniciativas para incrementar los Empleos verdes

Empleos Verdes

¿Qué son Empleos verdes para la OIT? 


Los empleos verdes reducen el impacto ambiental de las empresas y de los sectores económicos, hasta alcanzar niveles sostenibles.
En particular, pero no exclusivamente, esto incluye empleos que ayudan a proteger los ecosistemas y la biodiversidad, a reducir el consumo de energía, materiales y agua a través de estrategias altamente eficaces, reducir la dependencia del carbono en la economía y minimizar o evitar por completo la producción de todas las formas de desechos o contaminación.

Los empleos verdes en las economías emergentes y en los países en desarrollo incluyen oportunidades para gerentes, científicos y técnicos, pero en su mayor parte pueden beneficiar a una amplia sección de la población más necesitada: jóvenes, mujeres, campesinos, poblaciones rurales y habitantes de los tugurios.
Sin embargo, muchos trabajos que son verdes en teoría no lo son en la práctica debido al daño ambiental causado por prácticas inadecuadas. Por lo tanto, el concepto de empleo verde no es absoluto, hay “tonalidades” de verde y el concepto evolucionará con el tiempo. Además, la evidencia demuestra que los empleos verdes no constituyen automáticamente trabajo decente. Muchos de estos trabajos son “sucios, peligrosos y difíciles”. En industrias como el reciclado y administración de desechos, energía de la biomasa y la construcción, el empleo suele ser precario y los ingresos bajos.
Para que los empleos verdes representen un puente para un futuro verdaderamente sostenible, esta situación debe cambiar. El empleo verde debe abarcar el trabajo decente. Empleos verdes, decentes, vinculan de manera eficaz los Objetivos de Desarrollo del Milenio 1(reducción de la pobreza) y 7 (proteger el medio ambiente) y contribuyen a que se apoyen mutuamente, en vez de entrar en conflicto.
El proceso de cambio climático en curso continuará teniendo efectos negativos sobre los trabajadores y sus familias, en especial sobre aquellos cuyo modo de vida depende de la agricultura y el turismo. Es urgente que las acciones para combatir el cambio climático, además de enfrentar sus efectos, sean diseñadas para generar trabajo decente.
El informe dice además que se crean muy pocos empleos verdes para los más vulnerables, es decir los 1.300 millones de trabajadores pobres (43 por ciento de la fuerza de trabajo mundial) del mundo con ingresos tan bajos que no les permiten a ellos ni a sus familiares superar el umbral de la pobreza de 2 dólares por persona al día, o los cerca de 500 millones de jóvenes que buscarán trabajo en los próximos 10 años.

El cambio climático en si mismo, el proceso de adaptación y los esfuerzos para frenarlo al reducir las emisiones, tienen repercusiones de gran alcance en el desarrollo económico y social, en los modelos de producción y, por lo tanto, en el empleo, ingresos y reducción de la pobreza. Estas repercusiones implican tanto mayores riesgos como oportunidades de empleo para los trabajadores en todos los países, pero en particular para los más vulnerables, en los países menos desarrollados y en los pequeños Estados Insulares.
Es necesario lograr “transiciones justas” para aquellos afectados por el cambio hacia una economía verde y para aquellos que deben adaptarse al cambio climático, facilitando el acceso a economías alternativas y oportunidades de empleo para empresas y trabajadores.
Es esencial un diálogo social entre gobiernos, trabajadores y empleadores, no sólo para aliviar las tensiones y sostener políticas ambientales, económicas y sociales mejor informadas y más coherentes, sino también para involucrar a los interlocutores sociales en el desarrollo de estas políticas.


Conclusiones importantes:

El mercado global de productos y servicios ambientales debería aumentar de los actuales 1.370 millones de dólares al año a 2.740 millones para 2020,

La mitad de este mercado se refiere a la eficiencia energética y el resto a transporte sostenible, suministro de agua, gestión de servicios sanitarios y de los desechos. En Alemania, por ejemplo, la tecnología ambiental se cuadriplicará hasta alcanzar el 16 por ciento de la producción industrial para 2030, el empleo en este sector superará el de la gran industria de herramientas y automotriz de ese país.

Los sectores que tendrán especial importancia en términos de impacto ambiental, económico y en el empleo son el suministro de energía, en particular la energía renovable, edificios y construcción, transporte, industrias básicas, agrícola y forestal.

2,3 millones de personas encontraron nuevos empleos en el sector de la energía renovable en los últimos años, y el potencial del crecimiento del empleo en este sector es enorme. El empleo en energías alternativas podría crecer hasta 2,1 millones en energía eólica y 6,3 millones en la solar.

La energía renovable genera más trabajos que los combustibles fósiles. Están previstas inversiones por 630 mil millones de dólares para 2030 que se traducirán en por lo menos 20 millones de nuevos empleos en este sector.

En agricultura, 12 millones de personas podrían trabajar en biomasa para la producción de energía y otras industrias relacionadas. En un país como Venezuela, una mezcla de etanol de 10 por ciento en los combustibles podría generar un millón de empleos en la industria de la caña de azúcar para 2012.

En la actualidad, el reciclado y la gestión de los desechos emplea cerca de 10 millones de personas en China y 500.000 en Brasil. Se espera que este sector crezca con rapidez en muchos países frente al aumento de los precios de las materias primas.

En China, 600.000 personas están empleadas en la producción de energía térmica y en la instalación de productos como calentadores de agua solares; en Nigeria, la industria de biocombustibles basada en el cultivo de la mandioca y la caña de azúcar podría sustentar y emplear a 200.000 personas; en India, para 2015 se podrían crear 900.000 empleos en la gasificación de biomasa, de los cuales 300.000 en la fabricación de hornos y 600.000 en áreas como la fabricación de briquetas y gránulos y en la cadena de suministro de combustible; en Sudáfrica, 25.000 personas desempleadas, trabajan ahora en la conservación como parte de la iniciativa “Working for Water”.

 


El camino hacia empleos verdes y trabajo decente


El informe de OIT recomienda un número de alternativas para avanzar hacia un futuro más sostenible al orientar inversiones hacia medidas de bajo costo que deberían ser tomadas de inmediato y que incluyen: la evaluación del potencial para empleos verdes y vigilancia de los progresos para constituir un marco para políticas e inversiones; abordar el actual cuello de botella en las calificaciones profesionales y satisfacer las exigencias de capacitación porque la disponibilidad de tecnología y recursos para inversiones sólo puede ser desarrollada de manera eficaz con empresarios calificados y trabajadores capacitados; y garantizar la contribución de las empresas y del sector económico en la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero con iniciativas para generar empleo en lugares de trabajo verdes.
Los mercados verdes prosperan y la transformación avanza sobre todo en los países donde ha habido un apoyo político fuerte y consistente en los más altos niveles, incluyendo objetivos, sanciones e incentivos, como leyes de introducción y normas de eficiencia para edificios y electrodomésticos así como investigación activa y desarrollo.
El informe recomienda además la redistribución de subsidios, beneficios de las ecotasas y/o de la subasta de los créditos de carbón que generan enormes flujos de recursos de cientos de miles de millones de dólares. Aquellos generados en Estados Unidos y Europa bastarían para apoyar economías más verdes y la creación de empleos verdes tanto en el sur como en el norte industrializado. La cooperación Sur-Sur puede desempeñar un papel más importante al transferir tecnologías probadas y conocimientos prácticos.

La Iniciativa Empleos Verdes


La Iniciativa Empleos Verdes es una asociación establecida en 2007 entre el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Confederación Sindical Internacional (CSI). La Organización Internacional de Empleadores (OIE) se adhirió en 2008.
La Iniciativa se puso en marcha con el fin de promover las oportunidades, la equidad y transiciones justas y movilizar a los gobiernos, empleadores y trabajadores para que entablen un diálogo sobre políticas coherentes y programas eficaces que conduzcan a una economía verde con empleos verdes y trabajo decente para todos.


Los asociados:


El PNUMA es el portavoz del medio ambiente en el sistema de las Naciones Unidas. Es promotor, educador, catalizador y facilitador, que impulsa el uso sensato de los activos naturales del planeta en favor del desarrollo sostenible.

La OIT es un organismo tripartito de las Naciones Unidas que agrupa a gobiernos, empleadores y trabajadores de sus Estados Miembros en una acción común para promover el trabajo decente en todo el mundo.

La CSI es la Confederación Sindical Internacional. Su misión primaria es la promoción y defensa de los derechos e intereses de los trabajadores, mediante la cooperación internacional entre los sindicatos, la realización de campañas y la promoción dentro de las grandes instituciones mundiales. La CSI representa a 168 millones de trabajadores de 155 países y territorios y cuenta con 311 sucursales nacionales.
La OIE es reconocida como la única organización de nivel internacional que representa los intereses de las empresas en el ámbito de las políticas laborales y sociales. Hoy consta de 146 organizaciones nacionales de empleadores de 138 países de todo el mundo.

La Central Sindical Internacional (CSI) y los Empleos Verdes


Sustainlabour, Fundación Laboral Internacional para el Desarrollo sostenible que colabora con la Central Sindical Internacional, propone que es necesaria el marco de una economía verde con las siguientes características :
Objetivo de satisfacer las necesidades humanas: el acceso universal a agua, alimentos, salud, vivienda, educación, transporte, cultura;
Basarse en la justicia: ser capaz de distribuir los costos y beneficios de manera justa, y entre los países;
Ser incluyente: jóvenes, mujeres... todos deben ser parte de ella!
Ser una economía real: acabar con la economía especulativa y la burbuja de bienes económicos, financieros y reales;
Basada en los cuatro pilares del Programa de Trabajo Decente: el pleno empleo, el trabajo de garantía y los derechos sindicales, la protección social, diálogo y participación.


En relación a los empleos verdes propone:

- Empleos verdes en todos los sectores

Queda claro que la promoción de los empleos verdes no solo tiene que estar centrada en la creación de empleo. Es fundamental transformar todos los empleos para preservar el medioambiente, a través de métodos de producción y trabajo que tengan la mayor eficiencia posible en términos de recursos, materiales y energía. Ese enfoque debería aplicarse a toda la cadena de suministro. No tiene sentido hacer una diferenciación entre industrias o sectores buenos y malos. Hay que transformar en sostenibles todos los empleos

 

- Empleos verdes, solamente si son decentes

Es también importante analizar los aspectos cualitativos de los “empleos verdes”. Algunos empleos llamados “verdes” pueden parecer beneficiosos para el medioambiente a corto plazo, pero podrían causar daños ambientales por conllevar prácticas inadecuadas. Y algunos sectores que se consideran verdes, ya que tal vez alivian la presión sobre los recursos naturales, en realidad promueven métodos de trabajo sucios o peligrosos, o se basan en empleo precario o salarios bajos. No son esos lo empleos verdes a los que apuntamos para resolver el desempleo, la pobreza y la degradación ambiental. Para que los empleos verdes construyan un futuro sostenible, tienen que ser empleos decentes.

El trabajo decente se define según la definición adoptada por la OIT, que indica que los empleos tienen que ofrecer a hombres y mujeres la oportunidad de obtener un trabajo productivo en condiciones de libertad, equidad, seguridad y dignidad humana, en los que sus derechos estén protegidos y obtengan una remuneración suficiente y protección social.

 

- Empleos verdes para todos y todas

Es fundamental la participación en la Economía Verde de los jóvenes, las mujeres, los pobres y los trabajadores con baja cualificación. Casi 500 millones de jóvenes están listos para ingresar en la fuerza de trabajo en la próxima década. Es esencial atraerlos a nuevos sectores, ofrecerles empleos verdes y decentes, y asegurar que los programas de formación profesional promuevan su integración al mercado laboral.

Es necesario también que las estrategias de empleo verde brinden oportunidades laborales a las mujeres trabajadoras y faciliten su acceso al empleo a través de enfoques antidiscriminatorios y que permitan conciliar la vida laboral y familiar, y a través también de programas especiales y cuotas específicas para la contratación de mujeres en empleos no tradicionales, formación profesional específica y políticas para reducir las diferencias de ingreso por género. Los Empleos Verdes también deberían incluir a los trabajadores y las trabajadoras informales, y brindarles la oportunidad de obtener trabajo decente

- Los Empleos Verdes necesitan una Transición Justa

Existe además la necesidad de gestionar la transición en los sectores que podrían verse afectados de manera negativa. Si no se implementan políticas para lograr una Transición Justa, la economía verde sería injusta, más costosa y perjudicial para los servicios sociales, y los empleos verdes continuarían siendo un “nicho”. Un diálogo social genuino es fundamental para atenuar las tensiones y lograr una distribución justa de los costos de la transición. Los trabajadores y las comunidades afectadas necesitan una protección social adecuada y acceso a nuevas oportunidades. Una Transición Justa tiene que estar basada en políticas activas para el mercado laboral, en la protección del ingreso, la recalificación, la sensibilización y el fortalecimiento de las capacidades de los empleadores y los sindicatos, y las inversiones en el ámbito local para diversificar la economía y crear oportunidades de ingreso alternativas.