El objetivo apunta a gestionar la crisis climática sin comprometer los beneficios de un sistema de producción y consumo que nos ha llevado hasta este punto de crisis climática.
Los sectores energéticos, los financistas de Wall Street, la industria bio-sintética responsables del aumento permanente de gases de efecto invernadero han reducido las consecuencias de la insostenibilidad del sistema a una simple cuestión técnica y pretenden que se encare el problema a través de soluciones basadas en las leyes del mercado.
Las falsas soluciones están construidas sobre un andamiaje sobre el que se sostiene el sistema económico, político y cultural dominante: la idea de que el crecimiento económico es inevitable; que el progreso es sinónimo de desarrollo industrial y que la ciencia y la tecnología industrial pueden solucionar cualquier problema.
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